Aquellos que practican la prohibidísima nigromancia en todas sus formas, y créeme, hay muchas formas diferentes de hacerlo. Por lo general se esconden entre los barrios más ruinosos y oscuros de la ciudad, así como en las alcantarillas donde nadie se atreve a bajar, pero algunos de ellos pueden encontrarse hasta en el centro de la ciudad sin que nadie lo sospeche. Estas bandas suelen contar con algunas ventajas en una pelea: pueden crear nuevos secuaces de la nada (o al menos de los restos de los caídos) y cuentan con un gran repertorio de poderes y trucos para potenciar a los suyos y perjudicar al enemigo.
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